El miedo es un mecanismo de defensa que tiene sentido cuando se viven
situaciones amenazadoras. Pero como ya sabéis, el pensamiento de carencia desde
el miedo irracional, nos ha enseñado a sentirnos y vernos divididos por lo
tanto creemos que nos podemos dañar. Es la base del miedo a perder o a morir.
Dentro de un conflicto, el grado del miedo irracional, se incrementa según
la magnitud emocional expresada. A mayor fuerza, mayor conflicto.
Sólo tenéis que ver un programa televisivo donde la intención es difundir
una información perpetuando conflicto contra algún colectivo. Por ejemplo,
cuando hay elecciones los partidos desean ganar. El miedo a perder es tan
grande que nos hemos habituado a discursos basados en el miedo y la
culpabilidad irracional. Observar la base emocional, la proyección de las
palabras desde esa base. Si el espectador no utiliza su filtro reflexivo la
información se cuela en el inconsciente a modo reactivo. De esta manera, en
cuanto los ojos vean al grupo que ha sido criticado o juzgado, surgirá una
reacción de rechazo inmediato. El objetivo televisivo habrá cumplido su misión:
contagiar al espectador desde la base emocional proyectada para que nos
apartemos de ese grupo. (Podéis llevar este ejemplo a cualquier situación
conflictiva).
Recordad:
1.-Las emociones mueven el pensamiento y se contagian como la pólvora.
2.-El pensamiento puede ser automático y reactivo si no se usa el filtro
reflexivo, influyendo en las decisiones y acciones.
3.-Vivir deprisa, limita la conexión con nuestro potencial interno
resolutivo.
4.-El uso rápido de los móviles e internet empuja a nuestro cerebro a
reaccionar (no da tiempo a digerir la información).
5.-Observa. Hay amenazas que son irreales.