Cada uno de nosotros nace en un país, con una cultura determinada, dentro
de una familia donde cada uno de los integrantes está condicionado por su
educación y época de nacimiento. Esa educación se transmite al nuevo miembro
heredando este una serie de creencias y limitaciones arraigadas. Esas creencias
quedan grabadas en su interior condicionando su presente.
En algún momento de la existencia esa persona puede tener deseos de
experimentar la vida según siente en su interior, no según le han enseñado. Es
preciso tener en cuenta que cuando esta situación se manifiesta el
sentimiento de culpa aparece pues salirnos del rebaño implica
“traición”.
Para llevar a cabo este proceso es necesario enfrentarse, sin
violencia y con respeto, a los miedos internos y a las estructuras
familiares heredadas. Los pequeños cambios son los que generan grandes
movimientos y estos comienzan con la escucha hacia uno mismo. Realizando cuanto
se siente en el interior para beneficio propio y común. Estas pequeñas acciones
serán un acto de valentía.