¿A qué tienes miedo?



¿Cuántos miedos existen?
Miedo a perder. Miedo a enamorarse. Miedo a emprender. Miedo a soltar. Miedo a morir. Miedo al fracaso...
La lista puede ser larga dependiendo de la situación de cada uno. Pero en sí, el miedo solo es uno. Las reacciones son exactamente igual en todos los casos.
Se manifiesta físicamente en la boca del estómago y se extiende por las ramificaciones nerviosas contaminando el cuerpo y paralizando la musculatura. Las emociones se bloquean y perdemos la capacidad de reacción y toma de decisiones. En definitiva perdemos nuestro poder ante él.
El miedo se puede paliar centrándonos en la respiración. De esta manera podremos escuchar esos mensajes sin que nos arrastren o arruinen el día.
Si realizáramos una caricatura sobre el miedo surgiría un niño encogido, pequeño y desgarbado con gesto de pánico. Así, lejos de querer aniquilarlo es conveniente observarlo con compasión. Darle la mano y escucharlo. Susurrarle que estamos con él y que nos vamos a encargar de ayudarle a confiar. En el momento en que comience a sentir nuestra presencia comenzará a confiar y nuestras situaciones a mejorar pues habremos recuperado nuestro poder.
Este artículo que expongo no parte de ninguna teoría psicológica. Parte de una experiencia vital con grandes resultados.

Presentación

Soy Cristina Romea, creadora de historias. Escribir es una gran afición que me acompaña desde una edad temprana. Cuentos breves, relatos y r...